Nuestro Trabajo - Restauración del patrimonio histórico artístico

Restauración del Portón y Cancela de la Iglesia del Carmen de Requena

Desde la Fundación, se ha realizado una donación para la restauración de los portones principales y la cancela de la iglesia de El Carmen. Una restauración que ha sacado a la luz una cancela decorada en dos tonalidades diferentes. Capas de barniz y pintura ocultaban los colores originales de las puertas y la cancela.

La iglesia del Carmen situada en Requena , forma parte de un antiguo Convento de Carmelitas que fue fundado a finales del siglo XIII en su interior encontramos por un lado la capilla gótica de la Virgen de la Sorraña, antigua patrona de la ciudad, y por otro lado el templo de finales del siglo XV.

A pesar de su transformación barroca, realizada en el siglo XVIII, todavía se pueden encontrar elementos de estilo gótico como la bóveda de crucería y la puerta de la sacristía.

Desde 1826 hasta 1936 la iglesia del Carmen quedo como espacio complementaria de la parroquia de San Nicolás. Al finalizar la guerra civil, y debido al mal estado de conservación de la iglesia de San Nicolás , se traslado definitivamente la parroquia al templo del Carmen.

El portón

Se trata de un portón construido estructuralmente con madera de conífera y unos cuarterones centrales de nogal español.

Cuando el equipo de Acanthus evaluó el estado de conservación de las puertas de la iglesia observo:

  • Un estado de conservación nulo en la parte exterior del portón.

Herrajes con un grado medio de oxidación superficial.

En la cara interior aparecía un acabado muy oscuro, no solo por la oxidación del paso del tiempo, sino por ser un acabado con demasiado  subido de tono.

  • Barniz naranja que se le aplicaría sin limpieza previa quizás un año antes de esta intervención.

La intervención del portón se realizo de una manera respetuosa y acorde a los materiales originales:

  • Inicialmente una limpieza superficial a fondo para eliminar suciedad, y dejar la superficie preparada para poder abordar ya las distintas limpiezas químicas.
  • En la cara exterior se realizaron limpiezas controladas para eliminar el acabado inadecuado de color y restos de acabado oxidado en capas inferiores.
  • En cara interior también se realizó una limpieza química controlada para eliminar la capa de color inadecuada.
  • Los herrajes de hierro, se trató el óxido, se pasivo la superficie y le aplico una protección adecuada para el metal.
  • Como proceso final se aplico una protección para madera de exterior, fungicida, con filtro solar y a poro abierto. Muy adecuada para la situación de esta cara exterior con muchas horas de exposición solar.

La cancela

Sobre el portón podemos encontrar una cancela de grandes dimensiones. En la cual se podía observar un tono de color marrón debido a una pintura sintética moderna.

Tenía algún desperfecto, pero provocado por el paso del tiempo, por el desgaste natural del uso, lo consideraremos “ patina “ y no se actua sobre ella.
En la parte superior, en ambas caras, había una talla policromada y en un principio se pensó que era dorada.
Posteriormente y con las catas necesarias se vio que era plata corlada.

Se inició la intervención sobre la madera primero, decidiendo eliminar la pintura sintética totalmente inadecuada.

Se hicieron varias catas con productos decapantes y se actuó de manera controlada y mediante empacos para no dañar el original. Durante esta limpieza el equipo se sorprendió al descubrir dos tonos en la parte estructural de la puerta, uno el color natural de la madera de mobila y un segundo tono negro característico de los Ebonizados situado en el interior de los cuarterones.

Al avanzar en la limpieza se comprobó que ambas caras estaban con el mismo acabado.

También se actuó sobre las bisagras de hiero forjado, desoxidando, pasivando y protegiendo con una resina acrílica.
Toda la madera se protegió también con varias manos de resina natural, dejándola con un aspecto muy natural.Continuamos la intervención con las tallas superiores.

Como en la madera ,se le había aplicado erróneamente, probablemente en la misma intervención, una purpurina dorada que se tuvo que eliminar.
Apareció la plata y restos de la corla, que eran tan mínimos que se decidió, con el consenso del equipo técnico, platear y volver a corlar. ¡Hoy luce así!

 

Fuente: http:www.acanthus.es 

 
 

 

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24 de mayo, 2022


La Fundación Ciudad de Requena colabora en la restauración de las puertas de la iglesia de El Carmen